30 de noviembre de 2009

NUESTRA TRASTIENDA...

Un año unos chiquillos provenientes de los juveniles presentaron una comparsa en escena que se llamaba La Botica. Cantaban suave, con músicas sencillas, sin contraltos estrella, y, para colmo, llevaban coloretes en la cara. La Botica salió allá por 1997, Tino Tovar, con sus cachetes con colorete y su botica, fue una pequeña revolución de esas que cada año se producen en el Carnaval de Cádiz. Para colmo, luego, se les vio cantando en todas las esquinas de la ciudad durante el Carnaval y demostraron que lo sencillo era posible en un mundo, entonces, en que triunfaban comparsas mucho más barrocas. La botica tenía un cierto espíritu de agrupación callejera y venía a recuperar esa especie de híbrido entre chirigota y comparsa que ya pusieran de moda "Los Cruzados".Hoy Miguel, se ha infiltrado en la historia de esta agrupación para dejarnos dos de sus comparsas en "NUESTRA TRASTIENDA".




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